lunes, 17 de noviembre de 2008




Comics de Dr Jekyll y Mr Hyde











Dr Jekyll y Mr Hyde (Presencia en la red)

Presencia en la red
Esta obra tiene una grandisima presencia tiene aproximadamente 98.900 entradas en las imagenes de Dr Jekyll y Mr Hyde en internet.

aproximadamente 2.260.000 de entradas en la web de Dr Jekyll y Mr Hyde en internet.

Fotos de las portadas de las obras de Robert Louis Stevenson

Portadas de sus obras!








Obras de Robert Louis Balfour Stevenson


1876 Un viaje al continente
1881 Estudios familiares del hombre y los libros
1882 Las nuevas noches árabes
1882 El club de los suicidas
1883
La isla del tesoro
1884 El ladrón de cadáveres
1885 El dinamitero
1886 Las aventuras de David Balfour
1886
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde
1887 Los hombres alegres y otros cuentos y fábulas
1888
La flecha negra
1889 El Conde de Ballantrae (también traducida como El Señor de Ballantrae o El Barón de Ballantrae)
1889 La caja equivocada
1891
El diablo de la botella
1892 La resaca
1893 Noches en la isla
1893 Cuentos de los mares del sur
1894 Bajamar
1896 El dique de Hermiston (Incompleta a su muerte, finalizada por
Arthur Quiller-Couch)

Biografia de Robert Louis Balfour Stevenson

Robert Louis Balfour Stevenson (Edimburgo, Escocia 13 de noviembre de 1850Upolu, Samoa, 3 de diciembre de 1894)
Es autor de algunas de las historias fantásticas y de aventuras más populares, como
La isla del tesoro, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde o La flecha negra adaptadas para niños y llevadas varias veces al cine en el siglo XX. Fue importante también su obra ensayística, breve pero decisiva en lo que se refiere a la estructura de la moderna novela de peripecias. Fue muy apreciado en su tiempo y algunas de sus obras son inmortales en la lista de la historia.
Proveniente de una familia
burguesa, multi consular, Robert pasó una infancia feliz y despreocupada, Debido a la marchita salud de su madre no cursó estudio alguno durante su niñez. Esto hizo que a la edad de 8 años fuera totalmente analfabeto. Durante su adolescencia, Robert acompañó a su padre en sus frecuentes viajes.
Ingresó en la
Universidad de Edimburgo como estudiante de Ingeniería Náutica. Sin embargo, la elección de la carrera fue más por la influencia de su padre, que era ingeniero, que por gusto propio. Esto le llevó al abandono de la ingeniería en pos del estudio de las leyes. En 1875 empezó a practicar la abogacía. Tampoco tuvo una carrera brillante en este campo, ya que su interés se concentraba en el estudio de la lengua.
Enseguida aparecieron en él los primeros síntomas de la
tuberculosis e inició una serie de viajes por el continente. En 1876, a los 26 años, en Grez (Francia) conoció a Fanny Osbourne, una norteamericana que le llevaba diez años. Fanny estaba separada de su marido; con su hija Belle y sus hijos descansaba y pintaba. Stevenson y Fanny se enamoraron. Publicó su primer libro en 1878. Ella partió a California, para tramitar su divorcio, y Stevenson la siguió, un año después. Se casó con ella en 1880, a los 30 años. La pareja vivió un tiempo en Calistoga, en el Lejano Oeste. Escribió historias de viajes, aventuras y romance. Su obra es muy versátil: ficción y ensayo, etc.
A partir de ese año, la salud de Stevenson comenzó a empeorar. El matrimonio se mudó a Edimburgo, luego a
Davos, Suiza, y finalmente se instaló en una finca que el viejo Stevenson les regaló, en el balneario de Bournemouth. Tres años más tarde partieron a Nueva York, donde Stevenson hizo amistad con Mark Twain, autor de Las aventuras de Tom Sawyer. Tras una breve estadía en San Francisco, deciden realizar un viaje hacia las islas del Pacífico Sur, donde finalmente se establecen con los hijos de Fanny, la hija de ésta, Belle, y la señora Stevenson (el padre del novelista había muerto para entonces). No es precisamente un rechazo furioso de la civilización: la casa del matrimonio es confortable; la relación de Stevenson con los aborígenes —que lo bautizan como Tusitala, ("el que cuenta historias")— es cordial, pero política: de hecho, el escritor toma partido por uno de los jefes locales contra la dominación alemana del archipiélago y escribe en la prensa británica sobre la penosa situación samoana.
Murió de un ataque cerebral. Un año antes, relató en una carta: "Durante catorce años no he conocido un solo día efectivo de salud. He escrito con hemorragias, he escrito enfermo, entre estertores de tos, he escrito con la cabeza dando tumbos". Su cuerpo fue enterrado en la misma isla, en el monte Vaea. También es conocida su afición al alcohol, lo que le acarreó diversos problemas de salud ya descritos
Ante la aparición de la novela naturalista o psicológica, Stevenson reivindicó el relato clásico de aventuras, en el que el carácter de los personajes se dibuja en la acción. Su estilo elegante y sobrio y la naturaleza de sus relatos y sus descripciones influyó en escritores del siglo XX como
Jorge Luis Borges.
El suizo Walter Hurni dijo tener demostraciones de que Stevenson encontró el perdido
Tesoro de Lima sobre la isla Upolu (hoy Tafahi). Las ideas de Hurni fueron publicadas por el autor Alex Capus en su novela Reisen im Licht der Sterne 2005.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Enlaces de Gustavo Adolfo Becquer

http://www.los-poetas.com/a/beq.htm

Poemas.

RIMA II
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
sin adivinarse dónde
temblando se clavará;
hoja del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde a caer volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y no sabe
qué playa buscando va;
luz que en los cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
ignorándose cuál de ellos
el último brillará;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo, sin pensar
de dónde vengo, ni a dónde
mis pasos me llevarán.





RIMA IV
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!




RIMA XXV
Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto poseo,
la luz, el aire
y el pensamiento!
Cuanto se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo,
la fama, el oro,
la gloria, el genio!
Cuanto enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.





RIMA LV
Hoy como ayer, mañana como hoy
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar..., andar.
Moviéndose a compás como una estúpida
máquina, el corazón;
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que incesante con el mismo tono
canta el mismo cantar;
gota de agua monótona que cae,
y cae sin cesar.
Así van deslizándose los días
unos de otros en pos,
hoy lo mismo que ayer..., y todos ellos
sin goce ni dolor.
¡Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir...
Amargo es el dolor; ¡pero siquiera
padecer es vivir!





RIMA LXVI
¿De dónde vengo...? El más horrible y áspero
de los senderos busca:
Las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿A donde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.

Fotos de Gustavo Adolfo Becquer


Biografia de Gustavo Adolfo Becquer

Gustavo Adolfo Bécquer Originario de Sevilla, España, Bécquer nació el 17 de febrero de 1836 siendo su padre un célebre pintor del costumbrismo sevillano quien dejó huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.A los nueve años quedó huérfano también de madre y salió del anterior colegio para ser acogido por su madrina de bautismo. A la edad de diecisiete años dejó a su madrina y a la buena posición que ésta le proporcionaba para viajar a Madrid en busca de fortuna a través del campo de las letras que se le daba con facilidad. Como es conocido, no era fácil subsistir de la literatura y paradójicamente, Bécquer que deseaba encontrar fortuna lo que abundó fueron escaseces, por lo que se vio obligado a servir de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero fue motivo de que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare. De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco. Tiempo después encontró una plaza en la redacción de "El Contemporáneo" y fue entonces que escribió la mayoría de sus leyendas y las "Cartas desde mi celda".En 1862 llegó a vivir con Bécquer su hermano Valeriano, célebre en Sevilla por su producción pictórica pero no por eso más afortunado que Gustavo, y juntos vivieron al día uno traduciendo novelas o escribiendo artículos y el otro dibujando y pintando por destajo; mucho les costó a los hermanos salir adelante de su infortunio y con el tiempo lograron juntos una modesta estabilidad que les permitía a uno retratar por obsequio y al otro escribir una oda por entusiasmo. Como legado para la literatura del mundo, Gustavo Adolfo Bécquer dejó sus "Rimas" a través de las cuales deja ver lo melancólico y atormentado de su vida; en el género de las leyendas escribió la célebre "Maese Pérez el Organista", "Los ojos verdes", "Las hojas secas" y "La rosa de pasión" entre varias otras. Escribió esbozos y ensayos como "La mujer de piedra", "La noche de difuntos", "Un Drama" y "El aderezo de esmeraldas" entre una variedad similar a la de sus leyendas. Hizo descripciones de "La basílica de Santa Leocadia", el "Solar de la Casa del Cid" y el "Enterramiento de Garcilaso de la Vega", entre otras. Por último, dentro del costumbrismo o folklor español escribió "Los dos Compadres", "Las jugadoras", la "Semana Santa en Toledo", "El café de Fornos" y otras más. En septiembre de 1870 dejó de existir Valeriano, duro golpe para Gustavo, que pronto enfermó sin ningún síntoma preciso, de pulmonía que se convirtió luego en hepatitis para tornarse en una pericarditis que pronto había terminar su vida el 22 de diciembre de ese mismo año.

Declaracion de independencia de los EE.UU


Declaracion de los derechos de los hombre y ciudadanos


La toma de las bastilla


La Guillotina


Motin de aranjuez


Waterloo


La constitucion del siglo XII


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fernando VII


Fernando VII de Borbón (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 - Madrid, 29 de septiembre de 1833), llamado el Deseado, rey de España en 1808. Tras la expulsión del rey intruso José Bonaparte, reinó nuevamente desde 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, destituido por el Consejo de Regencia.
Hijo y sucesor de Carlos IV y de María Luisa de Parma, pocos monarcas disfrutaron de tanta confianza y popularidad iniciales por parte del pueblo español. Sin embargo, pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.
Fernando VII ha merecido a los historiadores un unánime juicio negativo, pasando a los anales de la historia de España como el Rey Felón. Si bien no se le puedan achacar personalmente muchos de los males de su reinado, ha sido el monarca español peor tratado por la historiografía nacional, que desde el siglo XIX ha repetido sin sentido crítico una serie de descalificaciones sobre el personaje. La Historia reciente ha ido remitiendo las críticas y los juicios, aunque sigue siendo difícil encontrar algún estudio en que la figura del monarca no sea tratada de manera negativa.

Godoy


(Badajoz, España, 1767-París, 1851) Político español. Nacido en el seno de una familia noble empobrecida, a los diecisiete años acompañó a su hermano a Madrid, y ambos ingresaron en la guardia de corps. Allí inició una fulgurante carrera gracias, en parte, al apoyo de la entonces princesa de Asturias. Fue amante de la esposa del futuro rey Carlos IV, pero no fue ésa la única razón de su ascenso; también supo ganarse la confianza de ambos soberanos, gracias a sus dotes de político. Con tan sólo veinticinco años recibió el Toisón de Oro y fue nombrado primer ministro del Estado. Una vez en el poder, su primera intervención consistió en intentar salvar al rey Luis XVI de la guillotina. Finalmente, la ejecución del monarca francés llevó a España a declarar la guerra a Francia. Dos años después, el curso del conflicto desfavorable que Godoy tuvo que negociar y firmar el tratado de Basilea, lo que le valió el apelativo de «príncipe de la Paz». Más tarde Francia y España firmaron el tratado de San Ildefonso en contra de Gran Bretaña. En 1798 se vio obligado a abandonar su cargo, debido a las presiones del Directorio francés, que dudaba de su lealtad; fue sustituido por Saavedra y más tarde por Urquijo, pero siguió contando con la confianza de Carlos IV. Prueba de ello es que apenas dos años después, tras una actuación desafortunada de Urquijo, volvió a empuñar las riendas del gobierno. Fue por aquel entonces cuando, ayudado por los franceses, logró ganar «la guerra de las Naranjas» contra Portugal. Poco después Francia firmó la paz de Amiens con el Reino Unido, pero la calma duró sólo un año: España, junto a Francia, declaró de nuevo la guerra a el Reino Unido. La política de Godoy empezó a provocar animadversiones, y se fraguó una conspiración contra él dirigida por el príncipe de Asturias (el futuro rey Fernando VII), que culminó con la invasión del palacio de Aranjuez. Manuel Godoy fue hecho prisionero, si bien, liberado poco después por orden de Napoleón, se dirigió hacia Bayona, donde se reunió con el príncipe Fernando y los reyes. Estos últimos abdicaron dejando el trono de España en manos de Napoleón. A los setenta y dos años, se exilió en París, donde escribió sus Memorias.

Carlos IV


Nació en Nápoles en 1748, ya que sus padres Carlos III y María Amalia de Sajonia eran entonces Reyes de las Dos Sicilias. En el mediodía italiano transcurrió su infancia y juventud hasta que en 1759 toda la familia real se trasladó a Madrid para ocupar el trono de España. En 1788, cuando contaba con 40 años de edad, y corno consecuencia de la muerte de su padre, le sucedió al frente de la Corona española. Después de dos décadas de agitado reinado, Carlos IV abdicaría en marzo de 1808 en favor de su hijo Fernando, pero poco después volvería a recuperar la Corona, para ceder, en Bayona y de manera definitiva, sus derechos a Napoleón (mayo de 1808). Desde esta ciudad del sur de Francia, Carlos prolongó su exilio hasta que se instaló en Roma, ciudad en la que vivió hasta unos días antes de su muerte, que se produjo en Nápoles, el 19 de enero de 1819, casi 11 años después de haber abdicado.
Política Interior
En un primer momento, su reinado intentó ser una continuación del anterior, pero tres circunstancias marcaron claramente las diferencias con la etapa de Carlos III: la vacilante personalidad del monarca, la entrega del gobierno en manos del valido Godoy y el impacto de la Revolución Francesa. Los primeros años del reinado de Carlos IV, que estuvieron dirigidos por Floridablanca, tienen todavía el sello de la continuidad de la política paterna: se abolió la ley sálica que impedía gobernar a las mujeres (1789), se potenció el control de la Corona sobre la sociedad y la Iglesia, y se adoptó una política represiva frente a las ideas revolucionarias francesas. En el invierno de 1792 Floridablanca es sustituido al frente del gobierno por el Conde de Aranda, que permanecerá tan sólo un año en el cargo, ya que en marzo de 1793 Manuel de Godoy ocuparía su puesto. Se iniciaba así la etapa del gobierno de este favorito real, que se convirtió en el auténtico dueño de la situación política del reino. Desde entonces, y hasta el inicio de la guerra de la Independencia, la política interior practicada por Godoy está condicionada por los avatares de la política francesa. Esta circunstancia provoca la creciente oposición a Godoy de amplios sectores de la sociedad española: la nobleza cortesana, la Iglesia, la burguesía, el pueblo e incluso los ilustrados, que ven marginado su programa reformista. Solamente la derrote frente a Inglaterra (1798) fuerza la destitución de Godoy y la vuelta al poder de algunos ilustrados corno Jovellanos. Pero, tras este breve paréntesis, en 1800 Godoy volvería a ocupar el poder y a practicar la política de sumisión a Francia. Naturalmente, la oposición a su gobierno creció y en 1807, como consecuencia de los fracasos militares, la crisis económica y el control que Godoy ejercía sobre la política y sobre los propios monarcas, se produjo un intento de conspiración protagonizado por Fernando, el Príncipe de Asturias. Ante la inestabilidad de la situación española, y al amparo del tratado de Fontainebleau, los franceses penetraron con un poderoso ejército en España y el pretexto de invadir Portugal. La realidad era muy distinta , ya que las tropas imperiales comenzaron a ocupar algunas ciudades españolas. El descontento popular frente a estos hechos y la responsabilidad que se le imputaba a Godoy en los mismos desembocó en el motín de Aranjuez (marzo de 1808), que terminó con su poder y provocó la abdicación de Carlos IV en la persona de su hijo Fernando. Poco después tuvieron lugar los sangrientos acontecimientos del 2 de mayo en Madrid. Entonces, Napoleón reunió a la familia real en Bayona y Fernando VII se vio obligado a abdicar en favor de su padre, que a su vez lo hizo en el propio Emperador francés.
Política Exterior
El reinado de Carlos IV se caracteriza por una política exterior turbulenta, marcada por los acontecimientos de la Revolución francesa. Los primeros gestos todavía mantuvieron un tono de continuidad con respecto a la política de Carlos III. En este contexto, se estimularon las exploraciones marítimas y se consiguieron nuevas ventajas comerciales en el norte de Africa. Pero, tras morir Luis XVI guillotinado (enero de 1793), la guerra contra la Francia revolucionaria resultó inevitable. Las hostilidades bélicas finalizaron con la firma de la paz de Basilea (1795). Entonces, España tenía dos opciones: la alianza "natural con la Francia del Directorio (ideológicamente más moderada que la de la Convención revolucionaria, pero a pesar de todo contraria a los principios de la monarquía absolutista) o la alianza "antinatural con Gran Bretaña (eterno rival político y económico contra los intereses españoles, pero ideológicamente mucho más afín). Y ante semejante disyuntiva, Godoy prefirió optar por la tradición y olvidar la ideología, sellando la alianza con Francia. Este giro diplomático, marcaría toda la política exterior española en el tránsito del siglo XVIII al XIX. Enseguida, el acuerdo alcanzado con Francia obligó a Godoy a luchar contra Gran Bretaña. Para España, los resultados de este primer enfrentamiento fueron desastrosos tanto en el terreno militar como en el económico. La consecuencia política fue la destitución de Godoy al frente del gobierno (1798-1800). En ausencia del favorito, el gobierno estuvo ocupado por los ministros Saavedra, Jovellanos y Urquijo. No obstante, al comenzar el siglo XIX, Godoy recobró el poder, iniciando con ello una política de auténtica subordinación a los designios marcados por la Francia de Napoleón. Esto propició nuevamente la guerra contra Portugal y Gran Bretaña, que trajo como consecuencia los desastres de Finisterre y Trafalgar (1805). A pesar de los resultados adversos, Godoy reforzó la alianza con Francia mediante el tratado de Fontainebleau (1807).
Familia Real
Del matrimonio habido entre Carlos IV y María Luisa de Parma nacieron 14 hijos: Carlos Clemente (1771-1774), Carlota Joaquina (1775-1830), esposa de Juan VI de Portugal; María Luisa (1777-1782), María Amalia (1779-1798), Carlos Eusebio (1780-1783): María Luisa (1782-1824), casada con Luis I de Etruria, Duque de Parma, los gemelos Carlos Francisco y Felipe Francisco, nacidos en 1783 y fallecidos al año siguiente con pocos días de diferencia; Fernando, nacido en 1784 y futuro Rey de España, Carlos María Isidro (1788-1855), que más tarde, durante el reinado de su sobrina Isabel II, hará valer sus derechos dinásticos comenzando los enfrentamientos entre "carlistas y "realistas , María Isabel (1789- 1848), esposa de FranciscoI de las Dos Sicilias: María Teresa y Felipe María, fallecidos al poco de nacer; y Francisco de Paula (1794-1865), padre de Francisco de Asís, esposo de la Reina Isabel II.

Napoleon Bonaparte


Napoleón Bonaparte (Ajaccio, 15 de agosto de 1769Santa Helena, 5 de mayo de 1821) fue un militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de Estado del 18 de Brumario que le convirtió en Primer Cónsul (Premier Consul) de la República el 11 de noviembre de 1799; cónsul vitalicio desde el 2 de agosto de 1802, el 18 de mayo de 1804 fue proclamado Emperador de los Franceses (Empereur des Français) y coronado el 2 de diciembre; proclamado Rey de Italia el 18 de marzo de 1805 y coronado el 26 de mayo, ostentó ambos títulos hasta el 6 de abril de 1814 y, nuevamente, desde el 20 de marzo hasta el 22 de junio de 1815.
Napoleón es considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas. Sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las mayores guerras conocidas hasta entonces en
Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos hasta entonces.
Durante el periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central por conquistas o alianzas y solo fue tras su derrota en la
Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813 que se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia en lo que es conocido como los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo exiliado a la isla de Santa Elena, donde falleció.
Aparte de sus proezas militares, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del
Código Napoleónico y es considerado por algunos un «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo. Otros, sin embargo, lo consideran un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas, y uno de los personajes más megalómanos y nefastos de todos los tiempos.
Indudablemente, es el personaje que marcó el inicio del
siglo XIX y la posterior evolución de la Europa contemporánea.
Sus soldados lo llamaban el Pequeño Cabo (Le Petit Caporal), en tanto que los ingleses se referían a él con el despectivo Boney y las monarquías europeas como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio o el Usurpador Universal

Robespierre


Maximilien François Marie Isidore de Robespierre (Arras, 6 de mayo de 1758París, 28 de julio de 1794) fue un político francés (apodado «El Incorruptible» por su dedicación a la Revolución y por su pasión por la virtud) y uno de los más importantes líderes de la Revolución Francesa. Fue uno de los miembros más influyentes del Comité de Salvación Pública, que gobernó de facto durante el periodo en el que los revolucionarios consolidaron su poder, etapa comúnmente denominada como Reinado del Terror. Robespierre fue guillotinado el 28 de julio de 1794 (9 de Termidor) junto a 21 de sus seguidores, sin haber pasado por proceso alguno.
Contenido[
ocultar]Infancia y juventud
Robespierre nació el
6 de mayo de 1758 en Arrás, hijo de François de Robespierre, abogado, y de Jacqueline-Marguerite Carraut, hija de un cervecero de Arrás; fue el mayor de cinco hermanos. El último de estos hermanos falleció al nacer y provocó la muerte de la madre poco después. Tras la muerte de su esposa, el padre abandonó a los hijos y se dedicó a vagar por el mundo, quedando aquellos a cargo de su abuelo y de sus tías. Robespierre, por edad, también tuvo que cuidar a sus hermanos.

Inicios en la política [editar]
Robespierre decidió presentarse a las elecciones a los
Estados Generales de abril de 1789, haciéndose conocido en su localidad por su panfleto Adresse à la nation artésienne. Si bien los principales oligarcas de la provincia se presentaron para la elección, el 26 de abril Robespierre fue electo como el quinto diputado del Tercer Estado.
Al reunirse los Estados Generales en
Versalles el 5 de mayo de 1789, la pasión de Robespierre empezó a ser evidente. Mirabeau dijo de él: «Este joven hombre cree en lo que dice, va a llegar lejos». Ferviente partidario de las ideas de Rousseau, ya le empezaba a dar forma propia en sus discursos en la asamblea, que eran tachados de extremistas por la mayoría.
Gran orador en la
Asamblea Constituyente (se le registran unos 150 discursos hasta 1791), se fue perfilando como uno de los líderes del pequeño grupo de extrema izquierda denominado despectivamente por Mirabeau «Las treinta voces».
Desde la época de los Estados Generales, Robespierre había participado en el club de «Los amigos de la Constitución», que al trasladar su recinto al edificio de los monjes jacobinos (dominicos) serían reconocidos como los «jacobinos». Codeado de personas de su mismo origen y clase social, y al volverse cada vez más un club muy restringido, Robespierre fue ganando terreno hasta convertirse en el líder absoluto del movimiento en el verano de
1792.
La fuga del
rey a Varennes arruinó las posibilidades de una monarquía constitucional viable. Si bien Robespierre guardó cautela, miles de manifestantes decidieron pedir la abdicación del rey en el Campo de Marte el 17 de julio de 1791, recibiendo como respuesta las balas del batallón al mando de La Fáyette. Los líderes de izquierda temieron por la reacción, Marat pasó a la clandestinidad, Danton a Inglaterra, pero Robespierre se mantuvo en París, limitándose a cambiarse a la residencia de Maurice Duplay, un ebanista que residía en Rue Saint-Honoré y simpatizante jacobino, reforzando su posición al mantenerse en París y con su club durante esta grave situación.
El
30 de septiembre, en la disolución de la Asamblea Constituyente, la gente de París coronó a Pétion y a Robespierre como dos patriotas «incorruptibles».

El Terror [editar]
Denunció la guerra de
Francia contra Austria (1792), por considerarla imprudente y creer que servía a los intereses de Luis XVI. Su papel empezó a ser fundamental. Formó parte de la Convención Nacional, que se eligió por sufragio universal, y en la que se sentó entre los montañeses, llamados así por tener sus escaños en la parte alta del hemiciclo de la Asamblea Nacional. El apoyo de los revolucionarios de París (los sans-culottes) en las asambleas de cada distrito y municipio de la región parisina, llevó a Robespierre al poder: primero como miembro de la Comuna revolucionaria (el ayuntamiento) que ostentaba el poder local; luego como representante de la ciudad en la Convención Nacional que asumió todos los poderes, y en la que Robespierre apareció como portavoz del partido radical de la Montaña (junto con Danton y Marat). Fue en este momento cuando Robespierre pasó a ser republicano. Luchó firmemente contra los girondinos, el grupo de diputados procedentes de la región de Burdeos, la Gironda, representantes de la burguesía comerciante, muy poderosa en esa zona; los girondinos se opusieron a la ilegalización de la esclavitud, promovida por los jacobinos y defendida por Robespierre, por ser contrarios a extender los derechos del hombre y el ciudadano a todos los seres humanos sin distinción de razas; los girondinos constituían un grupo de presión político muy fuerte en la Asamblea Nacional pero al oponerse a la línea de firmeza republicana que representaban los jacobinos y tras su rechazo a la ejecución de Luis XVI, Robespierre los combatió duramente con sus discursos; al oponerse los girondinos al juicio, condena y ejecución de Luis XVI y la traición de su dirigente Charles-François Dumouriez (2 de junio de 1793), el grupo fue declarado fuera de la Ley, jugando Robespierre un papel clave en su neutralización.
La situación de la República en ese año de
1793 era de extrema gravedad, acosada en sus fronteras y con graves disturbios en su interior. Existía así mismo una seria desconfianza hacia el poder de los gobiernos y la linea política jacobina propugnaba que la Asamblea Nacional fuera el centro del poder político, siendo los ministros meros ejecutores de las políticas emanadas de la Asamblea; el acoso sufrido por la República y la necesidad de su defensa aconsejó la formación del llamado Comité de Salvación Pública dotado de poderes especiales pero que debía rendir cuentas ante la Asamblea mensualmente de sus decisiones y actividad. El 9 de Termidor del año I (27 de julio de 1793), Robespierre entró a formar parte del Comité de Salvación Pública y gracias a su extraordinario poder de convicción y a su prestigio se convirtió en el alma de la nueva república, él de la llamada «dictadura jacobina» obligada a proponer y ejecutar medidas excepcionales que se consideraban indispensables para salvaguardar la República de las graves amenazas tanto internas (revueltas en la región de Vendée) como externas[cita requerida]. Para Robespierre la República se salvaría si los ciudadanos obraban rectamente de acuerdo con los principios y valores republicanos, los principios democráticos y del bien público expresados en la tríada de Libertad, Igualdad, Fraternidad, y a la coherencia entre valores y conducta, Robespierre la denominaba «Virtud».
Actuar en ejercicio de la Virtud, esto es, ejercerla individual y colectivamente, es una de las claves del pensamiento republicano de Robespierre; pero en los momentos históricos que atravesaba Francia y su nueva república democrático popular (la del periodo de dominio
jacobino), el peligro que representaban los enemigos de la república y la libertad era real: los legitimistas franceses, los expatriados franceses en Inglaterra o en los reinos alemanes, o los especuladores y acaparadores que proliferaban en tiempos de guerra y conflictos constituían una amenaza. Robespierre consideraba que la República debía defenderse de forma contundente y rápida, arrebatando a sus enemigo la iniciativa, y a esa acción la denominaba el «Terror», esto es la aplicación inmediata de la justicia republicana al objeto de neutralizar a los enemigos de la República. De esta forma, el Terror, en el lenguaje republicano jacobino, es una acción en defensa de la Virtud, al objeto de defender el bien público, la República, estando obligado el Comité de Salvación Pública que asumía la defensa de ésta a dar cuenta pública de sus acciones.
El periodo del Terror supuso la muerte en la
guillotina de varios miles de personas, pero sobre todo fue un símbolo de rotura total con el pasado absolutista y la monarquía. Robespierre había sido un firme partidario de la abolición de la pena de muerte, pero su percepción se modificó al asumir la obligación de defender la República de sus enemigos, llegando a considerar que estaba justificada para defender las libertades públicas de quienes pretendían destruirlas.
La dinámica de continuos enfrentamientos internos sometió a la República de Robespierre a una gran tensión. Robespierre jugaba un papel centrista en el gobierno revolucionario, se enfrentó a los ultrarrevolucionarios (seguidores de
Hébert) (24 de marzo de 1794) tildados de demagogos y que ponían en riesgo la República con sus acciones irresponsables,así como a los llamados «Indulgentes» agrupados en torno a Danton y Desmoulins (5 de abril de 1794), quienes como ocurriera antes con los girondinos representaban a grupos de comerciantes y especuladores que se enriquecían con las necesidades de grano del pueblo y de los pertrechos militares precisos en las llamadas Guerras de la Revolución que sangraban Francia, entre ellos reinaba la corrupción por lo que se convirtieron a los jacobinos ojos de Robespierre en enemigos de la Virtud. Danton, compañero de Robespierre desde los primeros días, rechazó la propuesta de unidad y rectificación que éste le hizo, prestándose a maniobras para socavar el poder y prestigio del Comité de Salvación Pública, de forma que cuando el caso fue denunciado y Danton detenido, Robespierre no pudo hacer nada por salvarle.
Maximiliano Robespierre trató de imponer su ideal de república democrática y virtuosa, constituida por pequeños propietarios libres e iguales en derechos, una república en la que el interés público era lo fundamental y en la que no tenían cabida ni los demagogos ni los especuladores y en la que incluso el poder revolucionario debía dar cuenta en Asamblea pública de sus acciones.
La propuesta republicana de Robespierre asumía los valores de la Ilustración y los desarrollaba políticamente en la práctica. coronándola espiritualmente con la institución del Culto al
Ser Supremo, en realidad una concesión teísta frente a los sectores más abiertamente antirreligiosos. Participó en la elaboración de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano así como a la primera constitución francesa en 1791. Se le llamó «el Incorruptible», tanto por sus convicciones como por su modo de vida austero. Robespierre era impecable en el lenguaje, modales y atavíos. Se lo ha llamado desde sectores de derecha «el primer dictador moderno»
Teoría del gobierno revolucionario.La teoría del gobierno revolucionario es tan nueva como la revolución que la ha traído. No hay que buscarla en los libros de los escritores políticos, que no han visto en absoluto esta Revolución, ni en las leyes de los tiranos que contentos con abusar de su poder, se ocupan poco de buscar la legitimidad; esta palabra no es para la aristocracia más que un asunto de terror; para los tiranos, un escándalo; para mucha gente un enigma. El principio del gobierno constitucional es conservar la República; la del gobierno revolucionario es fundarla. El gobierno constitucional se ocupa principalmente de la libertad civil; y el gobierno revolucionario de la libertad pública. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte.
Robespierre, La teoría del gobierno revolucionario
Robespierre, sometido a una continua presión, empezó a acusarla ausentándose de las reuniones formales del
Comité de Salvación Pública; esto provocó una gran inquietud entre miembros de la Convención y del propio Comité incluso entre quienes habían sido hasta entonces partidarios del terror (Fouché, Barras, los diputados del Marais), La instauración del Gran Terror (Ley de Pradial, año II — 10 de junio de 1794), fue considerada innecesaria tras las victorias militares (Fleurus, 26 de junio de 1794) que consolidaron la Revolución, pensando algunos que la continuidad de Robespierre al frente del Comité de Salvación Pública implicaría que Robespierre estaba ahora decidido a limpiar la República de especuladores, demagogos y arribistas, por lo que comenzó a fraguarse un golpe de estado en el interior del propio poder revolucionario. Decididos a detener al «incorruptible» diputado por Arras Maximiliano de Robespierre, antes de que la defensa de la Virtud llegase a implicar que ellos mismos se vieran ante la justicia republicana, los conjurados decidieron detenerle y ejecutarle sin juicio.
El 9 de Termidor del año II (
27 de julio de 1794) los golpistas irrumpieron en un salón de ayuntamiento parisino donde Robespierre y sus compañeros analizaban la situación, recibiendo un disparo en la cabeza que le incapacitó para hablar. Se le ejecutó al día siguiente, sin proceso, al igual que 21 de sus partidarios (Saint-Just y Couthon). Se colocaron las 22 cabezas en un baúl de madera, y los cuerpos unidos en una carreta que se dirigió al cementerio de Errancis. Echaron cuerpos y cabezas en una fosa común y cubrieron todo con cal viva para que el cuerpo del «tirano» (Maximilano Robespierre) no dejara rastro alguno. Se le enterró en el cementerio de Errancis. Su caída acabó con el Terror y a la vez con el impulso democrático de la República.
A su caída, aquellos que habían organizado el Terror y se habían aprovechado apropiándose de los bienes de los nobles y banqueros ejecutados cargaron todas sus fechorías sobre Robespierre, llegando incluso a falsificar documentos históricos.
La sexualidad de este misterioso personaje es un auténtico enigma. Enfermizo (su médico lo visitaba todos los días), no se le relaciona con mujer alguna. De 1791 hasta su muerte, vivió en casa de un pequeño burgués de la Rue Saint-Honoré, el ebanista
Duplay, que trató de casarlo con una de sus hijas. Tras su muerte, todos los Duplay fueron a la cárcel, algunos durante muchos años. Eléonore Duplay no se casó y vivió el resto de su vida añorando a su gran hombre.
En 1840, partidarios de Robespierre excavaron el cementerio de Errancis, que llevaba treinta años cerrado, y no descubrieron nada.
Maximilano Robespierre sufrió dos intentos de asesinato: el primer intento fue el de
Cécile Renault el 23 de mayo de 1794. Inspirada por el ejemplo de Charlotte Corday, dejó su domicilio con dos cuchillos escondidos en el fondo de una cesta, y fue a casa de los Duplay. Al sospechar de ella Eléonore Duplay, no la dejó entrar y llamó a la guardia. Llevada ante el Comité de Salvación Pública, Cécile Renault negó haber intentado matar a Robespierre. A pesar de todo fue condenada a muerte y ejecutada el 17 de junio.
El otro lo perpetró el realista
Henri Admirat el 22 de junio de 1794. Henri Admirat persiguió a Maximilano Robespierre y, por una serie de casualidades, no logró encontrarlo y disparó dos veces a Jean-Marie Collot d'Herbois, un miembro de la Convención del que se decía que había llevado el asesinato al nivel de una de las bellas artes. Fue detenido y ejecutado en compañía de un grupo de personas a las que no conocía y a las que se acusó de conspirar con él.

Luis XVI


Luis XVI
(Versalles, Francia, 1754-París, 1793) Rey de Francia y duque de Berry. Heredero de Luis, delfín de Francia, y nieto de Luis XV, en 1770 contrajo matrimonio con la hija de la emperatriz de Austria, la archiduquesa María Antonieta, quien le dio cuatro hijos. Hombre de buenas intenciones pero débil de carácter, poco interesado en los asuntos políticos, se dejó influenciar por la reina y por una camarilla de cortesanos.
En los primeros años de su reinado, las reformas económicas liberales que intentaron sacar adelante sus ministros Turgot, Malesherbes y Necker para reducir el déficit público tropezaron con el recelo de la nobleza. En política exterior, ámbito regido por Vergennes, Francia desempeñó un excelente papel en la guerra de Independencia norteamericana (1778-1783).
La persistente resistencia de los privilegiados a la liberalización de la economía desencadenó una crisis política interna que obligó a convocar los Estados Generales, convertidos en Asamblea Constituyente en 1789. El rey fue mejor considerado tras decretar el voto doble del tercer estado, pero pronto fue atacado tanto por este estamento como por el de los privilegiados.
Una vez iniciada la Revolución de 1789, el rey no pudo frenar al tercer estado y los incidentes se precipitaron. El 14 de julio de 1789 tuvo lugar la toma de la Bastilla. Tras el levantamiento de octubre, se instaló en París y fingió aceptar la Constitución de 1790. Sin embargo, tras su aparente conformidad, Luis XVI había pedido ayuda a los monarcas extranjeros e intentó huir de Francia, pero fue capturado en Varennes.


Benjamin Franklin


Benjamin Franklin fue el decimoquinto hijo de un total de diecisiete hermanos (cuatro medio hermanos de padre y el resto hermanos de padre y madre). Su formación se limitó a estudios básicos en la South Grammar School, y sólo hasta los diez años (1714 - 1720). Primero trabajó ayudando a su padre en la fábrica de velas y jabones de su propiedad. Tras buscar satisfacción en otros oficios (marino, carpintero, albañil, tornero), a los doce años empezó a trabajar como aprendiz en la imprenta de su hermano, James Franklin. Por indicación de éste, escribe sus dos únicas poesías, "La tragedia del faro" y "Canto de un marino cuando se apresó al famoso Teach, también conocido por Barbanegra el pirata".

Portada del Almanaque del pobre Richard de 1739.
Abandonó este género por las críticas de su padre. Cuando tenía 15 años, su hermano fundó el
New England Courant, considerado como el primer periódico realmente independiente de las colonias británicas. En dicho diario, Benjamin escribió sus primeras obras, con el pseudónimo de Silence Dogood (entrometido silencioso). Con él escribe sus primeros artículos periodísticos, de tono crítico con las autoridades de la época.
En
1723 se estableció en Filadelfia, pero en 1724 viajó a Inglaterra para completar y acabar su formación como impresor en la imprenta de Palmer. Allí publica Disertación sobre la libertad y la necesidad, sobre el placer y el dolor. Regresó a Filadelfia el 11 de octubre de 1726. Inicialmente trabajó como administrativo para Denham. En 1727, tras recuperarse de una pleuritis, co-fundó el club intelectual Junto, y al año siguiente se estableció con su socio Meredith en su primera imprenta propia.
En
septiembre de 1729 compró el periódico La Gaceta de Pensilvania, que publicó hasta 1748. En 1730 contrajo matrimonio con Deborah Read, con la que tuvo tres hijos, William (1731), Francis (1733) y Sarah (1743). Publicó además el Almanaque del pobre Richard (1733 - 1757) y fue el encargado de la emisión de papel moneda en las colonias británicas de América (1727).
En
1731 participó en la fundación de la primera biblioteca pública de Filadelfia, y ese mismo año se adhirió a la masonería. En 1736 fundó la Union Fire Company, el primer cuerpo de bomberos de Filadelfia. También participó en la fundación de la Universidad de Pensilvania (1749) y el primer hospital de la ciudad. En 1763 se dedica a realizar viajes a Nueva Jersey, Nueva York y Nueva Inglaterra para estudiar y mejorar el Servicio Postal de los Estados Unidos. Pasó casi todo su último año de vida encamado, enfermo nuevamente de pleuritis. Sin embargo, no cesó en sus actividades políticas durante ese periodo. Finalmente, murió por agravamiento de su enfermedad en 1790, a la edad de 84 años.
Afortunadamente, tenemos mucha información sobre la vida y los puntos de vista de Franklin, debido a que a los 40 años comenzó a escribir su
autobiografía (supuestamente para su hijo). Ésta fue publicada a título póstumo con el título de La vida privada de Benjamin Franklin. La primera edición vio la luz en París en marzo de 1791 (Memoires De La Vie Privee), menos de un año después de su muerte, y en 1793 estaba disponible la traducción al inglés (The Private Life of the Late Benjamin Franklin).

Obra científica [editar]

Experimento de la cometa, que le llevó a inventar el pararrayos.
Su afición por los temas científicos dio comienzo a mediados de
siglo, y coincidió con el comienzo de su actividad política. Estuvo claramente influenciado por científicos coetáneos como Isaac Newton, o Joseph Addison (especialmente sus obras Ensayo sobre el entendimiento de Locke y El espectador). En 1743 es elegido presidente de la Sociedad Filosófica Estadounidense.
A partir de
1747 se dedicó principalmente al estudio de los fenómenos eléctricos. Enunció el Principio de conservación de la electricidad. De sus estudios nace su obra científica más destacada, Experimentos y observaciones sobre electricidad. En 1752 lleva a cabo en Filadelfia su famoso experimento con la cometa. Ató una cometa con esqueleto de metal a un hilo de seda, en cuyo extremo llevaba una llave también metálica. Haciéndola volar un día de tormenta, confirmó que la llave se cargaba de electricidad, demostrando así que las nubes están cargadas de electricidad y los rayos son descargas eléctricas. Gracias a este experimento creó su más famoso invento, el pararrayos. A partir de ahí, se instalaron por todo el estado (había ya 400 en 1782), llegando a Europa en la decada de los '60. Presentó la teoría del fluido único para explicar los dos tipos de electricidad atmosférica, la positiva y la negativa, a partir de la observación del comportamiento de las varillas de ámbar, o del conductor eléctrico, entre otros.
Franklin fue un prolífico científico e
inventor. Además del pararrayos, inventó también el llamado horno de Franklin o chimenea de Pensilvania (1744), metálico y más seguro que las tradicionales chimeneas; las lentes bifocales, para su propio uso; un humidificador para estufas y chimeneas; uno de los primeros catéteres urinarios flexibles, para tratar los cálculos urinarios de su hermano John; el cuentakilómetros, en su etapa de trabajo en la Oficina Postal; las aletas de nadador, la armónica de cristal... Estudió también las corrientes oceánicas calientes de la costa Este de Norteamérica, siendo el primero en describir la Corriente del Golfo.
En
1756 fue elegido miembro de la prestigiosa Royal Society, y en 1772 la Academia de las Ciencias de París le designó como uno de los más insignes científicos vivos no franceses.

Labor política [editar]

Firma de Benjamin Franklin.
Su primera incursión en la
politica tuvo lugar en 1736, año en el que fue elegido miembro de la Asamblea General de Filadelfia. En 1747 organizó la primera milicia de voluntarios para defender Pensilvania, siendo nombrado miembro de la comisión de negociación con los indios nativos en 1749.
Participó activamente en el proceso de independencia de los
Estados Unidos. Comenzó realizando diversos viajes a Londres, entre 1757 y 1775, como representante encargado de abogar los intereses de Pensilvania. Llegó a intervenir ante la Cámara de los Comunes en 1766.

Rostro de Benjamin Franklin en los billetes de 100 dólares.
Participó de forma muy intensa en este proceso. Influyó en la redacción de la
Declaración de Independencia (1776), ayudando a Thomas Jefferson y John Adams, y se fue a Francia en busca de apoyo para continuar la campaña contra las tropas británicas. Allí fue nombrado representante oficial estadounidense en 1775, firmó un tratado de comercio y cooperación (1778) y alcanzó el cargo de Ministro para Francia (1779).
Contribuye al fin de la
Guerra de Independencia, con la firma del Tratado de París (1783). A partir de ahí, contribuyo a la redacción de la Constitución estadounidense (1787). En 1785 fue elegido gobernador de Pensilvania, y se dedicó de pleno a la construcción de la nación norteamericana. En 1787 comenzó a destacar su carrera como abolicionista, siendo elegido presidente de la Sociedad para Promover la Abolición de la Esclavitud, en el inicio más precoz de un largo proceso que desembocaría en la Guerra de Secesión.